La determinación de compuestos orgánicos volátiles siempre ha sido una labor dedicada a laboratorios que cuenten con cromatógrafos especializados en donde se pueda analizar una muestra bajo metodologías analíticas para determinar su composición química y las concentraciones de los diferentes compuestos encontrados. Con el paso de tiempo para diversas aplicaciones se ha hecho necesario la medición de estos compuestos en campo lo que ha representado un reto para poder implementar un equipo de laboratorio como un cromatógrafo en mediciones de campo, donde no se tienen ni la infraestructura de un laboratorio ni el personal técnico para analizar el resultado de una cromatografía. Hoy en día ya existen diversos cromatógrafos portátiles los cuales mediante el uso de la tecnología de fotoionización (PID) junto con una columna de separación especifica logra hacer el trabajo de laboratorio directamente en campo sin necesidad de llevar una muestra ni esperar un resultado.
