Los sistemas de ventilación y aire acondicionado están diseñados a medida de la función que se requiere en los diferentes ambientes de un edificio o instalación. La forma en la que están diseñados permiten tener en diferentes zonas de una estructura el correcto flujo de aire necesario para cumplir con las condiciones de temperatura, humedad y presión. Estos sistemas ayudan a que en todos los ambientes exista un confort para las personas y permiten ajustar las condiciones de manera individual en cada zona de la estructura si se desea. Hay casos críticos como hospitales donde incluso estos sistemas están diseñados para generar presiones positivas o negativas de tal forma que además de cumplir con condiciones de confort se cumplan condiciones de seguridad evitando que aire contaminado puede entrar o salir de un ambiente a otro. Para el correcto funcionamiento de estos sistemas se debe verificar periódicamente su desempeño midiendo distintos parámetros como temperatura, humedad, flujo, presión, velocidad entre otros en diferentes partes del sistema. De esta manera se puede determinar que el sistema de ventilación y aire acondicionado está trabajando bajo los parámetros de diseño o si es necesario hacer algún ajuste para poder cumplir con su diseño inicial. La mayoría de guías para este tipo de mediciones son desarrolladas por la Sociedad Americana de ingenieros de calefacción, Refrigeración y aire acondicionado (ASHRAE) o por el instituto nacional Americano de estándares (ANSI).